Still Alive: Capítulo 4 (I)

Viendo que tengo a más de uno/a enganchado/a con la novela... os traigo otro fragmento!

Aquí tenéis la primera parte del cuarto capítulo^^ La historia va avanzando y, poco a poco, vais conociendo nuevos detalles.

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Capítulo anterior: Capítulo 3 (III)

 4. Amanda.

Ella. 

… le conozco. Bueno, quizá no le conozco, pero debo reconocer que me resulta familiar. 

 Se trata de un chico joven, calculo que debe tener entre unos veintitrés o veinticinco años; medianamente alto, atlético y moreno. Podría decir que es del montón, si no fuera por esa mirada… directa, clara, de ojos color turquesa. ¿Y la sonrisa? Me es, sin duda, conocida. Sin embargo, no recuerdo el cuándo y dónde. ¿Me lo habré cruzado anteriormente por la ciudad? Si así fuera, creo que le recordaría perfectamente. ¿Puede que trabajara conmigo en mi anterior trabajo? Claro, antes de venir a la gran ciudad estuve trabajando en unos grandes almacenes, y reconozco que no llegué a conocer ni a la mitad del personal. Gracias a ese trabajo logré ganar lo suficiente como para poder mudarme a la ciudad y empezar de nuevo. Esa época de mi vida, prefiero no recordarla. Lo pasado, pasado está, y ahora toca vivir el presente. 

Siguiendo con la duda que me ronda por la cabeza, no tengo ni idea de qué me suena. Él parecía conocerme, por lo menos eso me dio a entender, cuando me soltó esa misteriosa frase: “Eres tú. Sólo tú.” Muy bien, todos sabemos que yo soy yo, tú eres tú, el panadero es el panadero, vosotros sois vosotros, ... y así podríamos seguir. Es de lógica. No le daría tantas vueltas, si no fuera por la forma cómo lo dijo. Me dio a entender que yo era especial, que me necesitaba. Quizá me creara una impresión equivocada, pero en ese momento me quedé de piedra. No sabía si pararme en medio del cruce, ir detrás de él y preguntarle quién era y por qué me había soltado tal frase o seguir andando. En el último momento aposté por esta última, aunque me costó debido al suceso, me dejó consternada. Además, mejor dejarlo marchar, no vaya a ser que el pobre estuviera trastornado y resultara ser un maníaco. Si verdaderamente me conoce, sé que tarde o temprano nos volveremos a cruzar. Son cosas del destino, sucesos que nadie puede evitar.

Continuará en la segunda parte de este capítulo.




PD. Mañana nos encargaremos de pasar por los blogs, que estos días andamos escasos de tiempo u.u Muchísimas gracias por todos vuestros comentarios ^-^