Still Alive: Capítulo 3 (II)

Buenos días!!!^^

Estoy muy productiva estos días, así que estoy adelantando bastante la novela ^-^ Y más que me va a tocar adelantar, ya que Llop me va presionando para que escriba más, que le tengo con la intriga xD Por el momento, llevo 5 capítulos terminados ^-^ Y creo que en el día de hoy, escribiré un par más.

Además, notición! Ya tengo la novela registrada en Safe Creative! Así, si algún piratilla se pasa de la raya, podré reclamar lo que es mío ;)

No lo alargo más, os dejo con la segunda parte del tercer capítulo!

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Anterior capítulo: Capítulo 3 (I) 

Quizá lo mejor sería olvidar mi ‘plan’, pero no quiero que ‘ellos’ se salgan con la suya. Suficiente daño han hecho ya a todos los ‘anteriores’. Cada uno de ellos, vieron como toda su vida ‘vivida’ se esfumaba en un segundo, sin apenas recordar nada: quiénes eran, de qué trabajaban, sus familias, amigos… Tan sólo se quedaron con todos los datos biológicos, ya que, por el momento, sustituir estos detalles les resultaba imposible. No querían levantar sospechas tan ‘notables’ con un simple vistazo. Demasiados cambios implicarían que gente ajena a la ‘empresa’, es decir, al entorno más próximo al sujeto, se diera cuenta de que ‘algo’ pasaba. Trataron de mantener la ‘personalidad’, pero reemplazando todos sus recuerdos por vivencias ficticias y completamente nuevas. Esta operación tuvo un éxito brutal. Debo reconocer que, pese a seguir siendo uno de los de ‘dentro’ y estar protegido, estoy asustado. Puede llegar el día en que sientan que soy una amenaza y me realicen la misma operación. Llegados a ese punto, todo estará perdido, ya no habrá vuelta atrás ni salvación alguna para ‘ella’. No obstante, deberé seguir realizando mi papel, manteniendo el contacto y cumpliendo mis obligaciones.

Por ahora, al menos, ya he descubierto que ‘ella’ está bien. Ha rehecho su vida y parece ser que le va mejor que hace un par de meses. Recuerdo aún como, antes de llegar a la ciudad, merodeaba por las calles en busca de refugio. La pobre no recordaba quién era, ni dónde vivía, ni qué hacía allí. Me apené tantísimo por ella: me sentí miserable. Lamenté no poder ayudarla, sin siquiera poder facilitarle ayuda alguna, pero, si lo hacía, sabía que ‘ellos’ jamás me lo perdonarían. Pese a estos sentimientos, no puedo dejar que me descubran, no puedo dar pie a rumores que digan que contradigo el ‘protocolo’.

Por fin, nos hemos vuelto a encontrar. No puedo decir que se trate de una casualidad, ya que en ningún momento le perdí la pista. Traté de que en ningún momento notara mi presencia, sin embargo, creo que algo percibió. Sus sentidos deben ser igual de infalibles que por aquel entonces. Esa facilidad que tenía ella por darse cuenta de las cosas y la excelente rapidez de actuación, fueron unos de los reclamos por la que la eligieron. En poco tiempo se convirtió en la ‘sombra’ perfecta. Fueron tan tontos los de ‘arriba’ que no se dieron cuenta de que sus enseñanzas, tarde o temprano, se volverían contra ellos.

Continuará en la tercera parte del capítulo.