Still Alive: Capítulo 1 (II)

Buenos días! 

Hoy tenéis lectura matutina otra vez ^^  Sin embargo, en esta ocasión os quiero aclarar un par de cosillas. Si os fijáis (bueno, de hecho, ya lo veréis con el segundo capítulo también), se trata de un capítulo muy breve. Y pensaréis: '¡Pero mujer, cúrratelo un poco más y escríbe unas cuantas líneas más!". El problema se encuentra en que son los capítulos que escribí hace un año y no me atrevo a tocarlos demasiado xD Básicamente, he corregido errores ortográficos y de sintaxis. Además, debo decir que son así porque tienen una función concreta: presentar como se desarrollará la historia. Me explico.

- El prólogo vendría a ser una reflexión final de la protagonista, cuyas frases las iréis encontrando a lo largo de la lectura. Quizá no estarán escritas literalmente, por eso iré marcándolas en cursiva para 'remarcarlas'. Se trataría de un eje o guión para la historia.

- Los dos primeros capítulos son de presentanción. El capítulo 1, titulado 'Punto de partida', se trataría, tal y como dice xD, del punto a partir del cual pensé que la historia empezaba en sí. A partir de ese momento que se relata en palabras de 'ella' (en cursiva), empezará la acción y la trama centrar de la novela. El capítulo 2, 'Encuentro', nos trae el momento en que ambos protagonistas se encuentran. Es a partir de este momento cuando ambos se empiezan a 'relacionar'.

Después de estos dos capítulos iniciales, vendrá el propio cuerpo de la mano de 'él' y 'ella', aunque quiénes son no se desvelará hasta más adelante. Por el momento todo está en clave. Al principio resulta un poco lioso, pero, a medida que la lectura avance, iréis atando cabos ;) Os haré pensar.

Sin más miramientos... ¡Os dejo con la segunda parte y final del capítulo 1!

Por si no recordáis lo sucedido anteriormente: Still Alive: Capítulo 1 (I) 

Unos días después de su llegada, encontró un lugar donde vivir, y que se pudiera permitir: un piso en un barrio poco conocido. Esto último fue la causa por la cual lo escogió, más tranquilidad, lejos del centro ruidoso y ajetreado de la ciudad. Odiaba tantísimo el estrés producido por la cantidad de gente que podía llegarse a concentrar en un punto concreto, con sus prisas, su mal humor, sus dolores de cabeza, sus problemas que a nadie le importan. Cuánto lo odiaba. Al poco tiempo, consiguió un nuevo trabajo en una oficina. No tenía ni punto de comparación con el anterior, en que era redactora en una revista de gran importancia e influencia, pero al menos podría costearse los estudios, que aún no había terminado, y pagar el alquiler del piso, si no quería que su queridísima propietaria la echara a la mínima. Ya le vio, en el momento de su visita con la representante de la inmobiliaria, la cara de malas pulgas que puso al saber que alguien de apariencia tan joven se haría cargo del piso. Seguramente creyó que sería la típica niña mimada y egocéntrica que quería ser independiente y llevar la vida de las celebridades y que le daría infinidad de problemas. No cabía esperar que ella era muy diferente a los demás, no pretendía pasarlo bien: simplemente vivir.

- ¿Por qué? ¿Por qué me sigues? ¿No te basta con contarme todo eso, pretender que te crea, cosa que me parece imposible, y aún así acosarme? ¿No te parece demasiado?

- No… .- Dijo en apenas un susurro.

- ¿Por qué razón? Dime al menos eso…

- Porque debes ser tú y sólo tú.

Simplemente vivir… Cómo si fuera tan fácil.

Continua en el capítulo 2.