Reseña: Nueve reglas que romper para conquistar a un granuja, Sarah Mac Lean.

Aviso: Esta reseña contiene spoilers. 

ARGUMENTO

Carpurnia Hartwell de la familia Allendale, a sus 28 años, ya es conocida como solterona sin remedio. Tras pasarse sus últimos 10 años sin novedad alguna y perdidamente enamorada de Ralston, sin éste tener conciencia de ello y siendo un absoluto granuja, decide romper con las reglas establecidas y realizar todo aquello que hasta ahora le ha estado prohibido para sentirse realizada.

Así, Callie, escribe la famosa lista, en la cual se encuentran las nueve reglas, aquellos deseos que jamás ha sido capaz de ver realizados, ya sea por miedo a ver perjudicada su reputación o bien porque hasta ahora no se le ha dado la ocasión. Cada uno de ellos los irá cumpliendo, poco a poco, ya sea sola o con ayuda de otros. La mayoría de ellos los conseguirá gracias a Ralston, quien terminará convirtiéndose en su compañero de aventuras, muy a su pesar.

1. Besar… apasionadamente.
Este es el primer punto a tachar en la lista de Callie. Harta de cumplir con lo establecido, de no realizar nada atrevido, después de tanto tiempo, se planta en casa de Ralston, terminando en la habitación de él al ser confundida con una de sus amantes y consiguiendo al fin ese beso que tanto anhelaba con el hombre del que lleva enamorada desde que era una jovencita de 17 años. No obstante, no saldrá airosa del encuentro y terminará realizando un pacto con Gabriel, de tal forma que se terminará convirtiendo en quien se hará cargo de la educación de Juliana, hermanastra de éste, para su presentación en sociedad.

2. Fumar puros y beber alcohol.
Tal y como mencioné anteriormente, sin quererlo ni desearlo, Ralston se convertirá en cómplice de Callie. Él será quién le proporcionará el nombre de una taberna a la cual asistirá Callie para beber whisky por primera vez, pese a que ella le asegura de que es para su hermano Benedick. Y cómo no, él estará ahí para presenciarlo. La segunda parte de este deseo, correrá a cargo de su hermano Benedick, quien le anima en un inicio llevar a cabo dicha tarea, sin saber aún todo lo que ella concierne. Éste le dará a probar un puro, lo cuál no terminará de agradar a Callie.

3. Montar a horcajadas.
Quizá este punto no lo resuelve tal y como te esperas, pero me da que para Callie es mil veces mejor. Tanto, que llega a decir que no saben lo que se pierden el resto de mujeres.

4. Practicar esgrima.
Gracias a su sirvienta Annie, consigue vestirse de hombre y acceder al club de esgrima de su hermano, haciéndose pasar por un conocido suyo. Así toma su primera clase de esgrima teniendo como instructor a Ralston. Cosas del destino. En este caso, el encuentro termina con un pequeño incidente, pero que le es recompensado con una pizca de pasión.

5. Asistir a un duelo.
Tal vez no sucede tal y como ella esperaba, aunque ella es el motivo de dicho duelo. A raíz de querer recuperar su orgullo y defender lo que verdaderamente siente por Callie, Ralston termina retando a Oxford, quién tenía como objetivo conseguir casarse con Callie con tal de ganar una apuesta.

6. Disparar una pistola.
Siendo uno de los últimos puntos de la lista que le quedaban por realizar y teniendo Ralston conocimiento de ello, tras el duelo, le ofrece a Callie disparar la pistola.

7. Jugar a las cartas en un club de caballeros.
Jugándose el pellejo, Ralston accede a llevar a Callie a su club (Brook's). Allí, ella descubrirá la labor tan "libre" de las cortesanas, capaces de controlar a más de un hombre a la vez, y a jugar al ving-et-un. Es entonces cuando Callie se propone llegar a ser tan "libre", a poder ser con Ralston...

8. Bailar todos los bailes en una fiesta.
Con un vestido fabuloso, perfecto para bailar el vals, y siendo la envidia de más de una, sin entrar en juego nadie que la ayudara, Callie consigue bailar todos y cada uno de los bailes.

9. Ser considerada hermosa... Una sola vez.
Y además por el hombre al que realmente amas. 

Escúchame bien. No sabría por dónde empezar a enumerar todo lo que te hace hermosa… Un hombre podría perderse en tus ojos; en tus preciosos labios, que están hechos para besar; en tu sedoso pelo; en tus suaves y deliciosas curvas; en tu piel cremosa y perfecta, que se sonroja y adquiere el mismo color que los melocotones maduros. Y eso por no hablar de tu calidez, tu inteligencia, tu humor, y de la manera en que me quedo totalmente subyugado cuando entras en la habitación en la que estoy.

Sintiéndose realizada, a la par que valiente por salirse de lo común, Callie terminará consiguiendo todo aquello que siempre deseó, no sin antes encontrarse con algún que otro impedimento... Pero eso os lo dejo como misterio para todos/as aquellos/as que tengáis pendiente leer este libro.

OPINIÓN PERSONAL 

 Pese a que no es el tipo de novela que suelo leer, esta novela romántica inspirada en la Inglaterra del siglo XIX, te enamorará de principio a fin. 

Sintiéndote como Callie, nuestra valiente emperatriz, vivirás cada uno de los intensos momentos por los cuáles toda mujer desearía pasar. No obstante, seguro que más de una se plantearía realizar al menos uno de los puntos de la lista por una vez en la vida, y más aún todas aquellas que se vean cohibidas de alguna forma.
Realmente admiro como, pese a todo lo que se juega realizando cada uno de los puntos, no le importa en absoluto si su reputación queda manchada, debido a que, al fin y al cabo, ya no tiene nada que perder. Esto nos enseña que nunca es tarde para romper con las normas y los límites establecidos y hacer aquello que realmente nos venga en gana.

Se trata de una historia que se lee de un tirón, debido a la rapidez de la narración en cuánto al transcurso de los hechos. Eso sí, hay que reconocer que hay ciertos momentos de diálogo que son completos diálogos de besugos y que se le da mil vueltas al mismo tema. También un punto que hay que marcar es que la autora se recrea en las escenas de pasión entre Ralston y Callie, de tal forma que a todas las soñadoras no les faltará momentos en los que dejar volar la imaginación.

Los principales principales te sorprenden en más de un momento, con razón a los constantes cambios de sentimientos. Aunque Callie parece que tiene muy claro aquello que quiere, también tiene sus momentos de dudas y en que no sabe hacía dónde tirar. Es entonces cuando entran en juego los personajes secundarios, entre los que encontramos a Annie (sirvienta de Callie), Benedick (su hermano), Mariana (su hermana menor), Nick (hermano de Ralston) y Juliana (hermanastra de Ralston), quiénes le proporcionaran ayuda a ella y les darán algún que otro empujón a ambos con tal de que funcione su relación.

Creo que al final me he terminado encariñando con algún que otro personaje, como es el caso de Callie, que, pese a parecer ingenua, demuestra tener los ovarios bien puestos la cabeza bien sentada y saber poner fin a aquello de lo que no está segura o no le termina de convencer: sabe decir no. Sin embargo, también en algunas ocasiones, me han dado ganas de darle un buen puñetazo a cierto personajillo.. Sí, hablo del granuja de Ralston. ¿Tanto le tenía que costar darse cuenta de los sentimientos de Callie y de que él de verdad también le correspondía? Eso sí, tiene justificado el porqué de su actuación.

En conclusión, no ha estado tan mal como parecía, y eso que partía de una base bastante común: chica ingénua enamorada de un granuja sin remedio. Aunque que ya de por sí olía a que terminaría con final feliz, pese a los embrollos que hay de por medio. No obstante, ha mejorado gracias a los giros que se han producido durante el transcurso la historia y al cambio de actitudes entre ambos protagonistas, que al final han resultado no ser tan comunes como creía.

RECOMENDADO PARA...

Todas aquellas románticas a las que no les disguste un cierto toque de rebeldía a sus historias.

-¿Te das cuenta de lo que ocurrirá cuando acabemos con todos los puntos? 

Ralston entrecerró los ojos.

—¿Qué ocurrirá?

—Tendré que empezar una lista nueva.

[...]

—Mi nueva lista solo tiene un punto.

—Hummm, me parece que se trata de una lista muy peligrosa.

—Oh, lo es —convino ella con una sonrisa de felicidad—. Es muy peligrosa, en particular para tu reputación.

—¿De qué trata ese punto? —indagó, lleno de curiosidad.

—Reformar a un granuja.